El expresidente Mauricio Macri expuso en detalle cuáles serán las medidas que tomará si su fuerza política llega al poder en las próximas elecciones de 2023. En este sentido dejó en claro que su discurso se radicalizó aún más hacia la derecha, profundizó sus dichos antiestado y aseguró que «habrá que tomar decisiones drásticas».

En declaraciones al diario La Nación, dijo que uno de los ejes de su administración se basará en una «reducción drástica del gasto público», aún mayor que la de su primera presidencia. Esta medida se traduce en despidos masivos, es decir «cada ministerio, cada área, cada repartición pública deberá impulsar todas las reducciones que sean necesarias de manera urgente e inmediata», privatizaciones, debido a que «existe una larga lista de empresas públicas que deberán pasar a ser gestionadas por el sector privado sin excepciones, o que deberán se eliminadas», y terminar o al menos reducir los incentivos a la industria nacional, que se traduce en «construir una economía abierta y aprovechar las oportunidades que tenemos en el mundo para nuestros productos, sin que esto se traduzca en subsidios».

Por otra parte, planteó dos ejes estructurales que impulsará, que apuntan directamente a los trabajadores, viejas recetas aplicadas en otros momentos de la historia argentina que directamente echan por tierra las conquistas del movimiento obrero: reforma laboral y previsional. «Debemos tener la valentía de terminar de inmediato con legislaciones obsoletas en materia laboral, sindical, previsional y fiscal». En ese sentido, la reforma implica volver al sistema privado de AFJP, en lo previsional, con las consecuencias conocidas por los trabajadores en la década del 90. La reforma laboral implica eliminar o limitar los convenios de trabajo en término de derechos de los trabajadores, una nueva flexibilización al estilo de la década del 90 pero más drástica, según las expresiones de Mauricio Macri.

En la misma línea, expresó la decisión de aplicar mano dura, «el derecho de protesta debe encontrar un límite». Así, sostuvo que la dirigencia política ha sido «demasiado tolerante con aquellos grupos que le complican la vida» con cortes y protestas, y a la vez advirtió que «no existe ninguna posibilidad de que continuemos asistiendo al triste espectáculo de fuerzas de seguridad que no actúan», reafirmando la idea de que no dudarán en reprimir a las protestas. Y agregó: «Deberemos terminar para siempre con los extorsionadores de la paz social».