Este lunes se llevó a cabo una reunión en el Ministerio de Trabajo entre miembros del Sindicato de Jaboneros de Rosario, representantes de la firma multinacional Unilever y legisladores provinciales, entre otros, por el conflicto generado a raíz del despido de 65 empleados.

Previamente, tuvo lugar una manifestación en la misma sede, pidiendo por la reincorporación de los trabajadores. El Movimiento Sindical Rosarino estuvo presente apoyando a los afectados y ratificando su postura del lado de los despedidos.

Andrés Quisama, secretario adjunto del Sindicato de Jaboneros, aseguró que vienen “de una semana dura, de incertidumbre”, que “la empresa no puede explicar el por qué de los despidos” y que “la mejor forma de encarar esto es la unión, la fuerza que puede llegar a tener el trabajador”.

“Venimos con la expectativa de que esto se solucione. Esta complicado, pero la mejor forma de solucionarlo es que los compañeros vuelvan a sus puestos de trabajo”, manifestó. A su vez, agregó que “el trabajador a partir de lo que pasó la semana pasada tiene esperanza de conservar su trabajo. Si bien no es definitivo es una chance”.

Angie Griffa, secretaria general de la Asociación Bancaria de Rosario, también se manifestó “en solidaridad con los compañeros” y los acompañaron, aseguranto también que “en todos los momentos en que sea necesario movilizarnos contra los ajustes del gobierno lo haremos”.

Por su parte, Daniel Gutiérrez, secretario de prensa de la Unión Obrera Metalúrgica, sostuvo que “la expectativa que tenemos todos los trabajadores es estar unidos” y que por eso se acercaron hasta ahí, “para que esa medida se revea”.

“Esto es una muestra de que el movimiento obrero organizado está unido para discutir todo lo que está en contra de los trabajadores”, declaró a Conclusión.

Finalmente, Alberto Botto, secretario general del Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario y titular del Movimiento Sindical Rosarino, explicó su presencia a raíz de que “las medidas que ha adoptado la empresa no tiene ningun tipo de justificativo”, ya que “los propios directivos de la empresa reconocen que están perdiendo competitividad con respecto a Brasil y están tratando de ajustar costos a partir de los trabajadores”.

“Es realmente una situación preocupante porque no ocurre sólo acá, sino que también se esperan 100 despidos en Vasalli. Me parece que hay que reaccionar. Todo lo que veníamos advirtiendo se está cumpliendo”, cerró.