La secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra analiza una iniciativa que dará que hablar y que estaría pronta a ingresar al debate parlamentario.Se trata del proyecto de ley que busca regular el trabajo con aplicaciones de reparto.

Si bien el proyecto está en danza desde hace algunos meses, su normal trayectoria quedó interrumpida por la pandemia de coronavirus. Entre tanto, de acuerdo a lo informado por Ámbito Financiero, el Ministerio de Trabajo incorporó una capítulo para incluir a los repartidores en el régimen de seguridad social, con prestaciones de salud y aportes jubilatorios. Además, dicho capítulo contempla una habilitación a la Afip para que puedan controlar en tiempo real la distribución de tareas por parte de las aplicaciones.

El proyecto contempla un máximo de 48 horas semanales de trabajo y establece que los sueldos deberán calcularse mediante un monto básico proporcional del salario mínimo, vital y móvil, asociado al tiempo de disponibilidad del repartidor y otras variables que dependerán del número de entregas, la distancia recorrida, el tiempo insumido y el lapso de espera. De acuerdo a los autores del proyecto, el eje está puesto en garantizar la soberanía del uso del tiempo por parte de los trabajadores y el derecho a «loguearse y desloguearse» de las aplicaciones según su conveniencia.

En la cartera laboral confirmaron la salida del proyecto de esa área para recalar en Legal y Técnica, como último paso previo a su arribo al Congreso en los próximos días. El tránsito original, antes de la declaración de la cuarentena, tenía que ver con la remisión a las comisiones relacionadas de la Cámara de Diputados y del Senado. Y el objetivo del oficialismo será imprimirle velocidad a su tratamiento.

El texto, considerado por sus propios autores como el primero en el mundo abarcativo de toda la actividad, busca regir el trabajo de entre 60 y 80 mil repartidores de las diversas aplicaciones: PedidosYa, Globo, Rappi y UberEats y está un escalón por debajo del piso de derechos que garantiza la Ley de Contratos de Trabajo, con un régimen distintivo de remuneraciones, jornada laboral, licencias y vacaciones, accidentes e indemnizaciones, entre otros tópicos. El eje será la facultad de los repartidores de estructurar sus horarios.

Mientras las empresas digitales se muestran disconformes con la iniciativa, las críticas de los gremios que agrupan a los trabajadores del sector se focalizan en que la vinculación propuesta por el proyecto no está asociada a la relación de dependencia que establece el régimen general de la LCT y que se asimila más a la de otros estatutos como el del peón rural, el trabajador de la construcción o el del personal doméstico. Además, critican que les cede a las aplicaciones una mayor potestad en el manejo de los tiempos de disponibilidad de los repartidores, el ítem del que surgirá el salario básico de la actividad.

Desde el Ministerio de Trabajo adelantaron que el estudio al que está siendo sometido en la Secretaría Legal y Técnica es el último paso antes de llegaar al Congreso. Según confirmaron las fuentes, hay interés en el oficialismo de darle la mayor velocidad al trtamiento en las comisiones correspondientes de ambas cámaras.