Después de que los trabajadores municipales de la provincia de Santa Fe aceptaran el ofrecimiento de los municipios y comunas del 35% de incremento salarial dividido en tres tramos, el secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de Rosario, Antonio Ratner, mostró su conformidad.

En tal sentido, Ratner especificó que “la idea es que el salario le gane a la inflación como dijo el Presidente de la Nación y también el Gobernador”, para enseguida considerar: “Para nosotros es un buen acuerdo”.

Las partes acordaron además que habrá una instancia de análisis en noviembre a fin de evaluar el comportamiento del índice de precios, con lo cual los trabajadores podrán solicitar una revisión en caso de que la inflación supere el aumento otorgado.

La Festram indicó que el salario mínimo de bolsillo, «excluyendo horas extras, asignaciones familiares y presentismo, se ubicaba en septiembre de 2020 en 29.394 pesos y que al finalizar el presente acuerdo será de 47.618 pesos, lo que muestra un incremento Interanual del 62%».

Pandemia e inspecciones

Al ser consultado por la situación de los trabajadores en el contexto de pandemia, el secretario general de los municipales rosarinos expuso que “la municipalidad tomó la decisión a través de decretos de nombrar personal que es esencial en la pandemia, y así estuvo el 80 por ciento de los empleados municipales trabajando”.

“Cuando apareció el 26 de diciembre la posibilidad de la vacuna, empezamos a reclamar que para todo el personal determinado como esencial en la municipalidad de Rosario reciba también la vacuna”, añadió Ratner.

Enseguida, el dirigente gremial reveló: “Nosotros hemos pedido una audiencia al gobernador, a la ministra de Salud, y también le hemos enviado una carta al presidente de la Nación denunciando la falta de vacuna para el personal que estuvo trabajando al frente de la pandemia desde marzo de 2020 hasta la fecha”.

Al respecto de las agresiones sufridas por inspectores municipales en los operativos de control, el titular del gremio municipal describió que “son operativos que los trabajadores tienen que atravesar periódicamente”.

“En un operativo de control, en cualquier circunstancia, siempre son agredidos por los que de alguna forma u otra no quieren que se les audite sobre la documentación del automotor, de la moto, lo que fuera”, detalló y finalizó exponiendo que “las agresiones son permanentes y ya es imposible hacer los trabajos de inspección sin trabajo policial”.