El panorama planteado por la aceleración de la crisis económica y política del Gobierno pone puntos suspensivos a la medida de fuerza planteada por la Confederación General de Trabajadores y presenta ciertas encrucijadas para el triunvirato que dirige la central obrera. En ese contexto y con la posibilidad de que el ministerio de Trabajo se convierta en una mera secretaría, los dirigentes no descartan que se «adelante, amplíe o cambie» la medida de fuerza y que se multiplique en otras acciones gremiales. Todo ello dependerá, en parte, de los anuncios de el presidente Mauricio Macri previstos para esta jornada.

En ese sentido, Juan Carlos Schmid señaló en diversas declaraciones a los medios que » todo esto genera el clima para que se adelanten y multipliquen las medidas de la CGT». El sindicalista insistió en que el país se encuentra «en un conflicto infinito» por la situación económica y expresó una seria preocupación ante la posible degradación de la cartera de Trabajo en secretaría.

Según lo publicado por el diario Ámbito Financiero, en una nota de Mariano Martín, una vez despejadas estas  incógnitas la dirigencia comenzará a responder a partir del martes: la conducción formal de la CGT lo hará desde Mendoza, adonde sesionará el L20 (capítulo gremial del G-20) y los sectores disidentes, con Hugo Moyano a la cabeza, harán lo propio en una reunión reducida en el sindicato de mecánicos (Smata).

En lo que sí coincide todo el arco de la dirigencia gremial es una preocupación máxima respecto del impacto en la economía real de la devaluación del peso y por la ampliación del ajuste fiscal que se propone el Poder Ejecutivo. Y a eso se le suma un gran enojo por la intención de degradar la cartera laboral.  «Hacer desaparecer el Ministerio de Trabajo es volver a la década infame», tuiteó Héctor Daer. En esa misma dirección se expidió Carlos Acuña, quien manifestó que «es una barbaridad, siempre en contra de los trabajadores».

Fue Acuña también quien manifestó que «pareciera que el 25 de septiembre está lejísimo y todo depende de los que nos gobiernan». Acuña señaló que no se puede descartar nada porque hay una falta total de confianza». Es por eso que se abrió la posiblidad de reformular el paro general  que la central obrera lanzó la semana pasada.

Según cita el diario Ámbito Financiero en ese sentido, desde la conducción de la CGT explicaron que la apuesta pasa por el sostén de la institucionalidad de la organización como valla de contención frente al accionar imprevisible del Gobierno en su afán de cumplir las metas impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero también por dotar de mayor fortaleza interna la CGT ante las maniobras del sector disidente que hasta la semana pasada tenía en su agenda un planteo para anticipar la salida del triunvirato.

Ese sector ya tiene nombre propio: Frente Sindical por el Modelo Nacional (FSM), y está integrado por los camioneros de Moyano, los mecánicos de Ricardo Pignanelli y los gremios que integran la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), en la cual están los bancarios conducidos por Sergio Palazzo, los pilotos de Palo Biró y los gráficos de Héctor Amichetti.

En las próximas horas, se prevé una reunión de la mesa chica del FSM para analizar el resultado del plenario de la CGT , los anuncios oficiales y la posibilidad de adelantar las medidas de fuerza.