Trabajadores de la empresa de delivery Glovo denunciaron que en la firma hay personal y compañías subcontratadas que se encargan de asignar horas a los repartidores a cambio de sumas de dinero que llegan a los 50 euros semanales.

La denuncia fue realizada por trabajadores de Glovo de Madrid y publicada por el medio español “El Diario”, en donde sostienen que esta empresa tiene personal que se encarga de asignar las horas de trabajo a los repartidores. Estas personas, a cambio de sumas de dinero que varían entre los 40 y los 50 euros mensuales, otorgan más cantidad de horas mejorando el status de los trabajadores dentro del sistema.

El problema se agrava porque hay casos donde Glovo subcontrata a empresas para la asignación de horarios y aquí se repite la situación, siendo más difícil controlar y sancionar a un empleado que pida dinero a cambio de asignar más y mejores horarios.

«La gente que trabaja en la oficina de Glovo de una ciudad puede poner y quitar horas. Hay repartidores que son amigos de los de la oficina y les ponen horas. Hasta hace poco, te las ponían si les caías bien. El siguiente paso es la corrupción«, explicó un repartidor de Madrid a El Diario.

Según el esquema de la empresa, cuando un repartidor comienza a trabajar accede a las horas que están disponibles. Cuanta más puntuación tenga el trabajador, más posibilidades tendrá de mantener ese horario fijo o elegir qué horas cubrir, pero para alcanzar este nivel se deben cubrir las horas de alta demanda, como son las noches y los fines de semana.

Pero el problema radica, al menos en Madrid, en que hay más trabajadores que horas disponibles, y hay quienes saben sacar provecho de esta angustiante situación.

Según denunciaron los trabajadores, una empresa subcontratada por Glovo que se encuentra en Sudamérica es la ejecutora de la modificación de horarios a cambio de sumas de dinero.

“Las subcontratas están en Latinoamérica. Esta gente tiene tu teléfono, así que te llega un Whatsapp que dice ‘hola, yo trabajo en Glovo…’. Viene a costar unos 50 euros por cuarenta horas semanales”, explicó un repartidor.

Por otro lado, El Diario publicó días atrás un artículo donde denunció la aparición de aplicaciones que permiten que los repartidores puedan acceder a más horas. Según se explicó, los trabajadores se contactan por Whatsapp con un intermediario, quien brinda acceso a un sitio web en donde se cargan las preferencias horarios.

La herramienta capturará automáticamente las horas antes de que salgan en la ‘app’, robándoselas a los repartidores que las cogen de forma manual. El invento cuesta, como mínimo, 25 euros semanales que se pagan por Bizum o transferencia bancaria.