Los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) correspondientes al primer trimestre de 2021, ponen en evidencia el notable malestar laboral existente en Córdoba, en comparación con los restantes aglomerados urbanos de más de 500 mil habitantes, en circunstancias en que el cordobesismo 6.0 va por su sexto gobierno.

Al respecto se puede observar que, como un gran campeón del malestar laboral, el cordobesismo se impone en todas las categorías. Tiene el más alto porcentaje de Desocupados en relación con la Población Económicamente Activa (PEA) con un registro de 14,8%. La Córdoba industrial se impone así al Gran Tucumán, que desde hace décadas enfrenta un desastre económico social que le provocó la caída de los grandes ingenios azucareros, que registró un 14,4 %.

En el rubro Ocupados demandantes de empleo en relación con la PEA, también se impone con un 26,1 %, siendo Salta y el Gran Tucumán, sus inmediatos seguidores, con un 25,7 y 24,9% respectivamente. Y lo mismo sucede con la Subocupación demandante, donde el registro de 16,8% del cordobesismo, se impone sobre sus inmediatos seguidores Gran Mendoza y Gran San Juan, con 14.1 y 13,2 % respectivamente.

De esa manera el cordobesismo, con un 57,7% de la PEA con malestar laboral, se impone largamente sobre el Gran Tucumán que registró un 50,2%. Y seguidamente por debajo, en el rango entre el 40 y 50%, vienen en orden descendente Gran Mendoza, Gran San Juan, y Salta. Y en el rango entre 30 y 40% aparecen el Total de los Aglomerados de más de 500 habitantes, el denostado Gran Buenos Aires, Gran La Plata, y Gran Rosario.

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Finalmente en el rango entre 20 y 30% aparece Gran La Plata, CABA y la provincia homóloga de Córdoba, Santa Fe. Que registra un malestar laboral de menos la mitad del correspondiente al cordobesismo, 26,5 contra 57,7%, equivalente solo a un 46 %. O sea un 54% menor que el del cordobesismo.

El cordobesismo campeón nacional del malestar laboral

Pero además la primacía cordobesa en cuanto malestar laboral, se impone a todo lo largo y ancho de la República, cualquiera sea la dimensión del aglomerado que se considere, que son un total de 31. Tal como se puede apreciar en el siguiente gráfico, elaborado en base a los mismos datos del INDEC, en el cual los numerados con 1 corresponden a los Aglomerados de más de 500 mil habitantes, y los numerados con 2 a los de menos de 500 mil habitantes.

Se aprecia en el gráfico que el malestar laboral en Córdoba, es un 290 % superior que el del último en el ranking, Comodoro Rivadavia – Rada Tilly (14,8 contra 57,7 %). Y un 140 % superior al otro gran conglomerado cordobés, Rio Cuarto (24,1 contra 57,7 %). Superando en un 63 % el promedio del Total 31 Aglomerados urbanos (34,4 contra 57,7 %).

En términos absolutos, que es el que realmente importa tratándose de personas, el Gran Córdoba que comprende la “Docta” Córdoba y ciudades aledañas, cuenta con 1,57 millones de habitantes, y 777 mil personas activas (PEA) según el INDEC. Registrando en el 1er Trimestre del 2021 115 mil Desocupados, 203 mil Ocupados demandantes de empleo, y 131 mil Subocupados demandantes de empleo. Lo cual totaliza nada menos que 449 mil personas laboralmente descontentas, que representan el 9,5 % del total de personas laboralmente descontentas del país, no obstante tener Córdoba una PEA equivalente al 5,8 % del total del país.

La cosa viene de lejos en el cordobesismo

El descontento laboral en el Gran Córdoba viene de lejos, pudiéndose remontar según los datos del INDEC hasta el 2016. O sea durante el cordobesismo 5.0 correspondiente al segundo mandato del gobernador contador Juan Schiaretti, prolongado con el 6.0 actual, en el que está secundado por su colega Manuel Calvo.

En el siguiente gráfico se puede apreciar su evolución, observándose que el Gran Córdoba (trazo negro grueso) venía peleando la punta de la tabla desde el 2016, siendo superado en algunos periodos solo por contados aglomerados urbano. Hasta que a finales del 2018 el cordobesismo se decidió a ganar el campeonato del malestar laboral, al superar la marca del 50%, ubicándose decididamente a partir del segundo trimestre de 2019 en la cima del malestar laboral, puesto que mantuvo hasta la actualidad.

Llegando ínterin a marcas de malestar notables, como la del 3er trimestre del 2020 con un 62,1%, llegando en el trimestre siguiente a un pico máximo del 66,4%, para caer en el 1er trimestre del 2021 al 57,7%. Dejando lejos a sus seguidores inmediatos, Jujuy – Palpalá, Gran San Juan, Gran Mendoza, y Salta. Mucho más abajo con trazo negro discontinuo, se puede apreciar el desempeño del Gran Rio Cuarto, el otro gran aglomerado urbano cordobés.

El cordobesismo campeón del malestar en todas las categorías

En cuanto a la evolución de las distintas categorías del malestar laboral, el cordobesismo lidera todas ellas. En el rubro Desocupados, como se puede apreciar en el siguiente gráfico, el cordobesismo 4.0 llegó a puntear el ranking en el 2do trimestre del 2019, con un 13,1%. Pero luego resultó desplazado, no obstante haber llegado a un pico de 19,1%, en el 2do trimestre del 2020.

Para finalmente pasar a encabezar el ranking nuevamente en el 1er trimestre del 2021, con un registro de 14,8%. Seguido inmediatamente por el Gran Tucumán – Tafí Viejo, Ushuaia – Rio Grande, y Partidos del Gran Buenos Aires. Pudiéndose observar bastante más abajo el desempeño del Gran Rio Cuarto con la línea negra de trazo discontinuo.

En cuanto los Ocupados demandantes de empleo, como se puede ver en el siguiente gráfico, el cordobesismo (trazo negro grueso) también venía peleando la punta del ranking, y casi se puso en el primer lugar en el 1er Trimestre de 2020, con un registro del 31,2 %. Para pasar a la punta en el 3er trimestre del 2020, hasta llegar a un pico de 32,5 % en el 4to trimestre. Habiendo empardado seguidamente en el 1er trimestre 2021 con Jujuy – Palpalá, con un registro de 26,1 %. Secundados ambos poco más abajo por Gran Mendoza y Salta.

Finalmente en cuanto a los Subocupados demandantes de empleo, en el siguiente gráfico se aprecia que el cordobesismo había logrado en varias ocasiones poner al Gran Córdoba al frente del ranking, tal como sucedió en el segundo y tercer trimestre del 2017, y cuarto del 2018 y 2019. Pero seguidamente, mediante concretar un raudo avance, logró ponerse firmemente en la punta, con un registro de 19,0% en el tercer trimestre del 2020.

Colocándose a partir de allí lejos de sus seguidores inmediatos, Gran Mendoza, Concordia, y Cuyo. Con un pico de 20,9% en el trimestre siguiente, que casi duplica sus registros previos hasta el año 2018. Para bajar en el 1er trimestre a un 16,8%, pero mostrando de todos modos su solvencia para hacer cundir el malestar laboral.

¿Qué hizo el cordobesismo ante esta situación? Lo de siempre, apeló al marketing y la aspirina para combatir el cáncer. Con gran pompa, lo que fue proclamado por los medios oficialistas -que en Córdoba son todos- el gobernador Juan Schiaretti anunció con bombos y platillos, un nuevo PPP (Plan Primer Paso) para crear 15 mil puestos de trabajo. Con el supuesto objeto de revertir el malestar laboral que alcanza en el Gran Córdoba a casi a medio millón de personas (449 mil).

El cordobesismo que ha durado ya 22 años, y va por su sexto mandato, tiene ya todas las cualidades oprobiosas de un régimen. Controla la Legislatura, y a través de esta la Justicia. Y también a la oposición, a la que ha cooptado con prebendas, subsidios, y la concreción de negociados en tándem. Como fue la privatización a la rusa de TAMSE y CRECE, las empresas estatales de transporte y recolección de residuos de la Municipalidad de Córdoba, que pasaron a manos de empresarios ligados con Unión por Córdoba y Cambiemos.

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También controla firmemente al Cuarto Poder de la prensa, en donde el grupo Clarín que detenta el principal diario, la principal radio, y el principal canal de televisión, hace un obsceno oficialismo. A la par que afirma en la metrópoli de la CABA que el periodismo es contrapoder. A además tiene a las fuerzas sindicales y la CGT local en un puño, al desempeñarse líderes sindicales como ministros o legisladores, etc.

Así el cordobesismo, con el actual gobierno de los contadores Schiaretti y Calvo, va mostrando cada vez más su verdadero rostro, cada vez más lejos del justicialismo y más cerca del conservadurismo. Al ser la esencia de su acción política la concreción de grandes obras faraónicas, en base al gravoso financiamiento externo, para encandilar a un electorado cada vez más pauperizado, y más amenazado por la inseguridad urbana.

Sumada a la acción de lobby a favor de los grandes emprendimientos empresarios, como una nueva versión de la utopía neoliberal del “derrame” hacia las clases menos pudientes. El que en lugar de concretarse, parece provocar efectos exactamente inversos, tal como lo revela el incesante aumento del malestar laboral en el Gran Córdoba, donde se concentra el 42 % de la población de la provincia.

Fuente: Striptease del poder.