Una tradicional cooperativa láctea cordobesa resulto afectada por la crisis económica y despidió a nueve empleados de la planta láctea de El Craikense, de la Cooperativa Agrícola Tambera de James Craik Limitada, lo que significa el 20% de su personal. Además, cerró la oficina con que contaban en el barrio General Bustos de la ciudad de Córdoba.

La respuesta de los trabajadores se hizo sentir a las puertas de ingreso a la fábrica sobre la Ruta 9, en James Craik, la localidad donde está la planta. Allí mantienen un piquete para evitar el ingreso del personal y la producción.

Según afirman los titulares de la planta procesadora de productores lácteos, su producción ha caído casi un tercio, del nivel registrado en diciembre pasado, 140 mil litros, a los 50 mil litros mensuales actuales.

Las autoridades también señalan la existencia de distintas variables que afectan a toda la producción lechera, destacando entre ellas la suba de las tarifas, la inflación y una fuerte presión impositiva. A ello añaden la sucesión de lluvias que afectó a la región, ocasionando pérdidas y cortando las vías de circulación.

José Luis Volando, titular de la Federación Agraria Argentina Regional Córdoba, en diálogo con Radio Gen, resumió la situación como “un combo explosivo entre la baja rentabilidad y la caída de la producción”. Ante lo cual se llegó a especular con al cierre definitivo de la planta, medida que podría ser imitada por empresas de similar magnitud.

La cooperativa no oculta que El Craikense hace meses que arrastra problemas económicos y a principios de abril presentó en la misma cartera laboral el “procedimiento preventivo de crisis”, el que fue rechazado de plano por Atilra. En ese marco, acordaron reducir la jornada laboral de ocho a seis horas diarias (por tres meses), lo que afecta en una reducción aproximada del 25% los salarios de los trabajadores.