La filial santafesina de la Central de Trabajadores Autónoma (CTA) y sus seccionales Villa Constitución y Rosario decidieron hoy el estado de alerta y movilización en rechazo de doce despidos en Acindar y, el personal, ratificó el paro iniciado el miércoles último.

Los metalúrgicos de Villa Constitución ratificaron hoy en asamblea la continuidad de la huelga, luego del fracaso de las negociaciones con la patronal, realizadas en la sede del Ministerio de Trabajo de la provincia de Santa Fe.

La producción está paralizada desde el miércoles último por el despido de seis trabajadores -seis de planta y otros tantos contratados-, «lo que preocupa por el mantenimiento de los puestos de empleo; la seguridad laboral violentada por menos personal que el necesario en sectores clave y el costo sobre los obreros a partir del ingreso de acero chino en un marco de sobreproducción mundial y de crisis energética», señaló un documento de prensa.

«Las empresas continúan sosteniendo el margen de ganancia y, los trabajadores, pagan con la pérdida del empleo o la disminución del poder adquisitivo del salario a partir de escaladas de despidos sin causa a fin de reducir costos y limpiar comisiones internas. Acindar está manchada con sangre obrera por su accionar de laboratorio previo a la dictadura y su persecución sindical y también por sucesivos accidentes laborales», señaló la CTA.

La firma emplea solo en Villa Constitución a casi 2.300 trabajadores entre personal de planta y contratado y, la semana anterior, despidió a seis contratados de la línea de colada, sector clave para la producción, a lo que se sumaron luego otras seis cesantías de empleados de planta con un promedio de diez años de antigüedad, por lo que los obreros decidieron la huelga.

La protesta se realiza con asistencia al lugar de trabajo y, este fin de semana, el personal realizó volanteadas para explicar la situación a la comunidad provincial, en tanto la empresa ratificó su decisión de no producir las reincorporaciones, procurando clausurar la negociación con el reingreso de solo dos despedidos.

La CTA Autónoma se solidarizó hoy con los doce despedidos, todos los trabajadores de Acindar y sus familiares y decidió el estado de alerta y movilización, a la vez que la filial provincial aseguró que las cesantías fueron «intencionadas y deliberadas para provocar un conflicto social con intenciones oscuras y un final incierto, que altera la paz social de la sociedad» provincial.

«La empresa procura apretar y disciplinar a los trabajadores con el temor de la desocupación. Lo mismo pretendió en 1991 y durante la dictadura militar, demostrando que no cambió y que solo usa maquillajes discursivos para producir cada día más», señaló.

También expresó que «la tremenda cantidad de contratos basura en Acindar es el fiel reflejo de la ley flexibilizadora menemista» y reclamó «la urgente intervención de la cartera laboral» nacional.
Sindicalistas y empresarios fracasaron hoy en la sede de Trabajo provincial en el intento de superar el conflicto, por lo que la cartera laboral los convocó para el viernes a nueva audiencia.

Sin embargo, algunos voceros gremiales especulaban esta noche que Trabajo dictaría la conciliación obligatoria entre mañana y el miércoles ante «la imposibilidad de acercar posiciones».

El paro por tiempo indeterminado comenzó el miércoles de la semana pasada en reclamo por la reincorporación de una docena de trabajadores despedidos en el marco de «un programa de ajuste de la acería», según denunció el cuerpo de delegados de la UOM dentro de la fábrica.

Los representantes de los trabajadores y de la empresa se reunieron ayer con funcionarios del Ministerio de Trabajo de Santa Fe pero no lograron destrabar el conflicto que mantiene paralizada desde hace 6 días la producción de la acería, por lo que hoy retomarán las conversaciones pero en el ámbito nacional con autoridades de la cartera que conduce Carlos Tomada, la que podría dictar la conciliación obligatoria.

«El panorama es complicado. Todo el fin de semana la planta estuvo parada. La única forma de resolver esto, porque no estamos pidiendo nada loco ni ilógico, es volver a la situación previa a los despidos», indicó a la prensa Silvio Acosta, delegado de la UOM en Acindar, según publicó El Cronista.

El conflicto en la acería se desató el miércoles pasado, luego de que una asamblea de trabajadores de la planta decidió paralizar sus actividades para rechazar la cesantía de seis trabajadores contratados, que desempeñaban tareas en la compañía desde hacía cuatro años.