Continúa el achicamiento en Sancor. La firma cooperativa láctea que llegó a ser una de las líderes del sector, evalúa la posibilidad de vender otra marca a los fines de subsistir. Su reconocida marca de queso untable Tholem sería la oferta de la cooperativa láctea hacia otra firma del sector que estaría interesada en adquirir el producto. Según trascendió, se reunirán en asamblea extraordinaria antes de fin de mes.

No obstante lo que se pondría en juego sería la marca, muy reconocida en las góndolas locales, y no así la receta y la maquinaria que se utiliza para realizar estos quesos untables. El objetivo es sumar capital de trabajo pero sin perder su operatoria destinada a este segmento, en el que también participa con su marca Mendicrim que hoy no se encuentra con asiduidad en los supermercados debido a la crisis que afecta a la firma.

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Achicamiento sin pausa

En una primera instancia, durante 2018 Sancor negoció directamente con la multinacional Fonterra y luego con Adecoagro para venderle el 100% de sus activos, al tiempo que disolvía totalmente la cooperativa. Finalmente esta operación no llegó a buen puerto. La ganadora de la puja fue Adecoagro quien, en febrero de este año, se quedó con dos establecimientos productivos, ubicados en Chivilcoy y Morteros, además de las marcas Las Tres Niñas y Angelita, por la operación desembolsó nada menos que u$s45 millones.

Lo cierto es que esta millonaria operación no fue suficiente para sacar de su profunda crisis a la cooperativa láctea por lo que sus socios continuaron vendiendo sus joyas más preciadas.

En pocos meses su planta ubicada en la localidad de Centeno pasó a manos de La Tarantella. En tanto, otra localizada en Brinkmann fue vendida a Alaisa. Charlone pasó a San Gotardo. Coronel Moldes fue cedida a la Cooperativa de tamberos de Huanchilla y Porteña pasó a manos de Arla.

Ahora la empresa tiene bajo su órbita a seis plantas que están ubicadas en Sunchales, La Carlota, Gálvez, San Guillermo, Balnearia y Devoto.

Queda a la vista que durante 2019 Sancor concretó un fuerte achique de su por entonces gigante estructura operacional y es voz populi que la empresa quiere desprenderse de más activos, que incluyen no solo a sus marcas sino que también a parte de sus plantas.

Según se desprende del último informe del Banco Central (BCRA) Sancor tiene una deuda bancaria que asciende a más de $138,25 millones y cuenta con cheques rechazados por poco más de $526,49 millones.