Los colegios privados vuelven a tener actividad presencial. Si bien la apertura de los establecimientos depende de la aprobación de los protocolos, unos 60 pueden abrir sus puertas a partir de este martes. La intención es que el resto se vaya sumando con el correr de los días. Amsafe Rosario, por su parte, sostiene que el momento sanitario que atraviesa la ciudad no permite un retorno seguro a las aulas y estará de paro por 24 horas.
Según detalló el Ministerio de Trabajo, en Rosario hay un total de 200 escuelas de gestión privada, pero sólo el 30 por ciento cuenta con las aprobaciones necesarias para poder abrir.
A raíz de esto, la mayoría de los colegios privados comenzará a convocar a sus alumnos a partir de los últimos días de esta semana. Esta disparidad entre los establecimientos que tienen aprobados los protocolos y los que no también aparece en la cantidad de estudiantes que convocará cada establecimiento: algunos decidirán que asistan sólo los de séptimo grado y primer año, mientras que otros avanzarán en la convocatoria de todos los cursos.
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El objetivo, igualmente, no podrá saltear el protocolo. Los alumnos regresarán a las escuelas bajo la modalidad de burbujas de no más de ocho estudiantes, que permanecerán en las aulas en horarios reducidos.
Los grupos de estudiantes tampoco podrán superponerse y los horarios de entrada y salida estarán organizados para conseguir un tiempo de media hora, en el que se higienizarán los salones.
El contexto no se asemeja en nada la vieja normalidad y circulación comunitaria del coronavirus no permite relajamientos frente a las recomendaciones básicas. Los alumnos asistirán obligatoriamente con atomizador con alcohol, pañuelos descartables, botellas de agua y barbijo.
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Algunos colegios incluso controlarán la temperatura al momento del ingreso. Al mismo tiempo también proveerán de tapabocas y máscaras a los docentes y a la totalidad del personal escolar.
La vuelta a los establecimientos no busca retornar a un dictado de clases habitual, sino que apuntará a la revinculación de la comunidad educativa en un año atravesado por el aislamiento.
Por su parte, Amsafe Rosario definió realizar un paro este martes para visibilizar su oposición a la vuelta a las aulas sin dialogo previo entre las autoridades ministeriales y los docentes. Según señalaron desde le gremio, la medida fue fijada unilateralmente por el Ministerio de Educación provincial y muestra una «improvisación» que se traduce a «irresponsabilidad».
Amsafe indicó a través de los representantes de las 19 delegaciones que en la provincia sigue existiendo circulación comunitaria del virus, situación a que se suma a la falta de una infraestructura que garantice la seguridad sanitaria de la comunidad educativa.
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«El Gobierno no está cumpliendo con el protocolo, que dice dos cosas muy importantes: la primera, que se autoriza la vuelta cuando los niveles de circulación del virus son bajos o nulos, algo que no está sucediendo», señaló la semana pasada el delegado de Amsafe Rosario, Gustavo Terés, en dialogo con Conclusión.
Y amplió: «No hubo presencialidad cuando teníamos 20 o 30 casos en la ciudad y hoy estamos por encima de los 300. También el protocolo obliga a que haya una reunión con los gremios y las comunidades educativas para discutir cómo se organiza la vuelta».
La medida de fuerza durará 24 horas y posteriormente los establecimientos públicos también comenzarán el retorno a las actividades presenciales. La modalidad será la misma que en las escuelas privadas y tendrá como fin que los alumnos vuelvan a vincularse con la institución.
