En Albardón (San Juan), alrededor de cuatrocientas familias esperan angustiadas, el final del drama que atraviesa la fábrica “Dilexis S.A.”, actualmente administrada por “Tía Maruca Argentina S.A.”, encargada de la elaboración de galletitas y venta al por mayor de productos alimenticios.

Sucede que desde hace un año la situación de los trabajadores se encuentra en la cuerda floja. Al principio, la administración mostró dificultades en el cumplimiento de los sueldos, lo que se fue acentuando con el paso de los meses, en un contexto de incremento de precios en la materia prima, suba de la tarifa de los servicios indispensables para la producción y caída abismal del consumo.

Esto provocó que a los trabajadores se les adeude distintos rubros laborales. Por ejemplo, en la actualidad se les adeuda la mitad del bono de fin de por la suma de $2.500, como si en pleno agosto y tras el embate de inflación y depreciación, esa suma representará lo mismo en cuanto poder adquisitivo.

También se les adeuda a los trabajadores el medio aguinaldo del primer semestre del año. Por otra parte, respecto de las remuneraciones normales y habituales, las quincenas trabajadas se pagan en dos y hasta en cuatro cuotas, lo que agravia enormemente a los trabajadores, atento al carácter alimentario de sus remuneraciones.

Incluso, muchos de ellos dejaron de pagar cuentas o tuvieron que sacar préstamos para alimentar a sus familias, los que deben luego devolver a las entidades financieras a tasas altísimas, comprometiendo aún más su endeble situación familiar. Y qué decir sobre las horas extras, que en la actualidad se pagan en negro y a menor valor que el estipulado en la ley de contratos de trabajo.

En plena crisis económica, mientras el timón del barco está a cargo del mejor equipo de los últimos cincuenta años, aplicando políticas económicas que no solamente han resultado infructuosas, sino que han acentuado la destrucción y desmantelamiento de la industria nacional, la luz al final del túnel parece una quimera.

Por otra parte, la Patronal descuenta a los trabajadores -en sus recibos de sueldo- los conceptos de Obra Social y Aportes Jubilatorios, los cuales no son ingresados a los sistemas correspondientes. De esto, los trabajadores se dieron cuenta de esto cuando iban a pedir órdenes en la obra social a la que estaban afiliados y la orden les era negada por falta de pago.

Otra situación terrible es el caso de los padres separados, en los que la misma empresa descuenta por planilla la cuota alimentaria al trabajador respectivo, pero omite luego depositarla en la cuenta de usura pupilar de la madre de familia o bien lo hace de manera intermitente, ocasionando enormes daños a las familias y burlándose así del sistema judicial y de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.

También sobre los contratos eventuales de más de cuarenta personas, que fueron cesanteados entre el mes de junio y julio del corriente, la empresa adeuda a algunos trabajadores las remuneraciones de una quincena, la mitad del bono de fin de año, el aguinaldo proporcional y las vacaciones proporcionales.

Ahora bien, que si lo que está pasando es producto de la negligencia empresarial de “Tía Maruca Argentina S.A.”, o bien es responsabilidad de las nefastas políticas económicas del Gobierno Nacional, o bien es producto de ambos, deberá ser analizado en profundidad y con los balances contables en la mano.

Lo cierto es que esta historia se repite a lo largo y ancho de nuestra geografía nacional, con cientos de fábricas cerradas y miles de trabajadores en la calle, incrementándose los índices de pobreza y desempleo, con una inflación y depreciación monetaria y un endeudamiento internacional sin antecedentes en la historia nacional.

Al descontento por la situación de la empresa, se suma la pasividad de los representantes gremiales. Sucede que la fábrica tiene dos delegados por cada turno y son tres turnos (mañana, tarde y noche), por lo cual en total son seis delegados gremiales, nucleados en el gremio de la Alimentación, pero ninguno de ellos brinda respuestas a los trabajadores o dispone algún plan de lucha.

Por ejemplo, los trabajadores pidieron ir hasta la Casa de Gobierno de la Provincia de San Juan para plantear si angustiosa situación, para hacer visible lo que está pasando, pero del gremio de la Alimentación se niegan a apoyarlos, argumentando que hacer eso perjudicaría a la empresa y le darían el motivo a al Sr. Alejandro Ripani, representante de “Tía Maruca”, para despedirlos. Tal es el estado de indefensión de los trabajadores, que temen expresarse sobre lo que están pasando, por temor al despido como medida disciplinaria ejemplificadora.

Desde el lunes, en la fábrica solo está funcionando una sola línea, por falta de insumos, en este caso serían las bobinas, pero en ocasiones también faltó la harina y la grasa, materias primas para la elaboración de galletas. Preguntados los trabajadores sobre los motivos de esta falta de insumos y materias primas, responden que ellos no los saben, a veces les dicen que es por que la empresa les debe enormes sumas de dinero a los proveedores y otras veces les dicen que es por la suba del dólar y la negativa de los proveedores a vender productos hasta que se estabilice el mercado.

Ante esta situación, la empresa solo mantiene a los trabajadores en sus puestos por cuatro horas, las que sí les liquidarían en su momento, pero por el resto les hacen firmar un papel que sería una especie de permiso de salida, como si los trabajadores pidieran un permiso por algún problema familiar, y estas horas no se liquidarían.

Incluso, hace un par de semanas cortaron en la fábrica el suministro de gas y fue el propio gobierno provincial quien tuvo que salir a pagar la boleta, para que no se detuviera la producción y los trabajadores pudieran mantener su fuente laboral.

Los trabajadores manifiestan que en la fábrica no hay ningún responsable, que el miércoles 14, les dijeron que la empresa había entrado al concurso de acreedores. Esto lo habría dicho una persona de nombre “Luis”, quien sería un asesor de Alejandro Ripani, quien está desde hace unos días y sería la única cara visible del empresario. Incluso, el gerente anterior de la fábrica, renunció hace dos semanas, como también el encargado de recursos humanos y quien luego lo sustituyó, si bien este último no se sabe si se fue por renuncia o despido laboral.

Finalmente, los trabajadores señalan que varios muebles de oficina están en venta, tienen un cartel que dice “en venta”, son mesas, escritorios, bibliotecas, pero no están a la vista, los trabajadores no saben a quién se los están ofreciendo porque no son visibles al público, sino que están en el ingreso a la fábrica. Supuestamente son muebles que no usaban, pero a los trabajadores no les consta, lo que provoca en ellos un mayor temor de perder sus fuentes de trabajo.

Consultados por su reclamo, solicitan que tome intervención el Gobierno Provincial, que cite a los empresarios para que den respuesta a lo que está sucediendo, aclarando la situación laboral de los trabajadores. Que si bien no hay reclamos formales o denuncias laborales, no es porque el conflicto no exista, sino por temor a sufrir represalias.

Los trabajadores sostienen que la respuesta tiene que venir de la política, toda vez que el propio Gobernador quien acompañó en su momento al Sr. Alejandro Ripani, representante de “Tía Maruca”, cuando tomó posesión de la fábrica. Los trabajadores entienden que la responsabilidad es privada y de las políticas económicas nacionales, pero necesitan en este momento el apoyo del gobierno provincial y sorprende la falta de compromiso de la Subsecretaría de Trabajo, para de oficio investigar sobre los que está sucediendo con los trabajadores. Las familias de 400 trabajadores esperan respuesta.