El tiramisú es un postre moderno ya que su origen data de los años 50,  por eso esta dentro de de los denominados platos jóvenes dentro de la historia gastronómica mundial.

Otra curiosidad sobre su origen es que, supuestamente, el Tiramisú apareció en los burdeles de Veneto para deleite y disfrute de los aficionados a los mismos. Cuenta la historia que era la madame del burdel quien ofrecía el dulce como una cortesía para sus clientes. Precisamente, aquí podría estar el origen del nombre Tiramisú, ya que era ofrecido como algo que “ te tira su”, es decir, como un tentempié fortalecedor capaz de levantar el ánimo y, quizás también las pasiones, gracias a la gran cantidad de azúcares que incorpora.

La receta original no incluía queso Mascarpone, nata, ni ninguna otra grasa, ya que de lo contrario se habría obtenido el efecto inverso y, en lugar de revitalizar, los clientes se hubieran vistos expuestos a una larga y lenta digestión con todo el cansancio y las “pocas ganas” que esto conlleva.

Dicen que fue en el 1968 cuando Alfredo Beltrame, gran maestro de la cocina veneta, preparó por primera vez el Tiramisú fuera del ámbito de los prostíbulos, para su inclusión en el menú de la cadena de restaurantes Toulá. En este momento, Beltrame siguió la versión original que empleaba huevos y azúcar batidos, bizcochos Savoiardi mojados en café y cacao en polvo espolvoreado por encima.

Hoy en día, en muchos lugares se añade queso Marcarpone que, por su cremosidad y dulzor, resulta ideal para mezclar con el huevo y el azúcar. Otros incorporan nata en lugar de queso. Una última variación consiste en el empleo de algún licor que, combinado con el café, aromatiza y refuerza el sabor.

Ingredientes para seis personas:

  • 500 g. de queso Mascarpone
  • 5 Huevos
  • 5 cucharadas de azúcar en polvo
  • 40 vainillas
  • 2 tazas de café fuerte sin azúcar
  • 2 cucharadas de vino dulce Marsala
  • Cacao en polvo sin azúcar

Preparación:

Separar las claras de las yemas. Batir las yemas con el azúcar hasta que la mezcla claree. Añadir el mascarpone, mezclar bien hasta conseguir una mezcla cremosa y consistente.

Hacer las claras a punto de nieve. Mezclar la crema de mascarpone con las claras hasta conseguir una crema homogénea.

Poner el café frío y el Marsala en un plato hondo y empapar las vainillas.

Colocar la mitad de las vainillas en el fondo de una fuente (del tipo que se utiliza para gratinar), cubrirlos  con la mitad de la mezcla hecha con los huevos, poner el resto de las vainillas y cubrirlas con la parte sobrante de la mezcla.

Dejarlo reposar en la heladera  por lo menos durante 3 horas (aunque lo ideal es que este durante 12 horas).

A la hora de servir, espolvorear  el Tiramisú con cacao en polvo utilizando un tamiz.