El desbloqueo de los cargamentos y la reanudación de las exportaciones de cereales y fertilizantes rusos impedidas por sanciones internacionales ayudarán a mitigar una crisis alimentaria que ha disparado los precios de productos como el trigo y la cebada.
Con el conflicto próximo a cumplir cinco meses, los combates en Ucrania seguían concentrándose en la región oriental cuya conquista ha fijado Putin como objetivo principal de la invasión, el Donbass, una cuenca minera e industrial fronteriza con Rusia.
El presidente de Ucrania informó de la charla en su cuenta de la red Twitter y puso de relieve que se trató de la primera conversación entre mandatarios de los dos países. También trataron temas bilaterales.
El Estado Mayor de las fuerzas armadas ucranianas anunció el domingo por la noche su retirada de Lisichansk, escenario de encarnizados combates en las últimas semanas, reconociendo la "superioridad" de las tropas rusas.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que las tropas se retiraron de la isla de las Serpientes, frente a la ciudad de Odesa, como gesto de "buena voluntad", pero Ucrania dijo que las fuerzas escaparon en dos lanchas tras ataques con artillería y con misiles.
En el primer día de deliberaciones, el secretario general de la organización atlántica, Jens Stoltenberg, dijo que Rusia es una "amenaza directa" para todos los aliados y que el mundo enfrenta la mayor crisis de seguridad desde la Segunda Guerra Mundial.
El Ministerio de Defensa ruso aseguró que se utilizaron misiles de “alta precisión” destinados a las armas occidentales. Por este ataque, Volodimir Zelenski pidió que Rusia sea reconocida como “Estado patrocinador del terrorismo”.
El presidente Volodimir Zelenski publicó en la red Telegram que el número de víctimas es “inimaginable” al asegurar que al momento del impacto había unos 1.000 civiles en el interior.
Al hablar por videoconferencia en la reunión, Zelenski instó a "hacer lo máximo" posible para terminar antes de fin de año la guerra y evitar "la dureza del invierno ucraniano" que hace más difícil combatir.
Los presidentes de Francia y de Rumania, el canciller alemán y el jefe del Gobierno italiano arribaron imprevistamente a la devastada ciudad. En tanto, el vocero del Kremlin les advirtió que seguir suministrando armas producirá “nuevos daños” a la población.
A diferencia del este y el sur de Ucrania, azotados por los combates entre rusos y ucranianos desde hace tres meses y medio, el oeste solo ha sido blanco de ataques esporádicos por parte de las tropas rusas, que apuntan a instalaciones militares que reciben armamento occidental.
El ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu, aseguró que las zonas residenciales de la ciudad “fueron liberadas por completo”, como así también las ciudades de Liman, Sviatogorsk y otras 15 localidades.