El mandatario busca reducir el colosal déficit comercial de Estados Unidos con China, de 378.730 millones de dólares en 2018 y obligar a Pekín a aceptar las exigencias de su país.
El opositor ha dicho que su ofensiva incluye una marcha hacia el palacio presidencial de Miraflores, en fecha no establecida, pero no se ha vuelto a referir a este aspecto. Miles de chavistas vestidos de rojo también se concentraron en varios puntos de Caracas.
En la primera visita oficial de Bolsonaro al exterior desde su llegada al poder, ambos presidentes exhibieron completa empatía.
Los especialistas cubanos argumentaron que técnicamente no pudo ser factible haber dirigido ataques sónicos, acústicos o con microondas contra los afectados, y que los síntomas que éstos presentan tampoco se corresponderían con esa supuesta causa.
Según trascendió, ambos gobernantes hablarán sobre "cómo construir un hemisferio occidental más próspero, seguro y democrático" a la vez que "evaluarán el papel que desempeñan Estados Unidos y Brasil en el esfuerzo por brindar asistencia humanitaria a Venezuela".
El anuncio llega a dos días del inicio de conversaciones en Washington entre la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, y su par estadounidense, Robert Lighthizer, sobre un acuerdo de libre comercio de bienes industriales.
El acuerdo comercial entre Estados Unidos y China avanza, y se rumorea que la firma de un memorándum de entendimiento es inminente. El mundo, sumido en una preocupante desaceleración, espera la resolución del conflicto con estampitas de la Virgen desatanudos. En Argentina, sin embargo, la noticia no es buena, porque como parte del acuerdo, China debería equilibrar la balanza comercial entre las dos potencias, incrementando su compra de cereales norteamericanos en 30 mil millones de dólares, sustituyendo las importaciones de soja argentina.
Pekín y Washington se han impuesto ya más de 360.000 millones de dólares en aranceles recíprocos, que están afectando a sus sectores manufactureros y a los mercados financieros globales.
La canciller alemana habló luego de que Washington suspendiera su participación en el tratado que prohíbe los misiles tierra-tierra con un rango de entre 500 y 5.500 km acusando a Rusia de quebrantar este acuerdo firmado al final de la Guerra Fría, en 1987.
Desde que Donald Trump dejó en claro que sus intenciones eran establecer relaciones de cooperación con Rusia y con China, la élite británica arremetió contra el presidente estadounidense a través de diferentes políticas “belicistas”.
Durante los atentados del 11 de septiembre de 2001, el entonces secretario de Defensa Donald Rumsfeld y su consejero Arthur Cebrowski definieron que el Pentágono tenía que dominar por completo el campo de batalla mundial (Full-spectrum dominance) para mantener la unipolaridad del mundo. Eso es exactamente lo que Estados Unidos está tratando de hacer en este momento.
Después de escuchar, desde 2016, quejarse de las prescripciones estadounidenses, sin proporcionar un mero fragmento de evidencia, de la intromisión de Rusia en las elecciones estadounidenses, una persona pensaría que lo último que haría Washington sería entrometerse en las elecciones de otros países. Desafortunadamente, ese no es el caso. Washington se entromete rutinariamente, pero […]