El sumo pontífice llega al país al otro día de que ganaderos armados mataran a 21 civiles en el condado de Kajo-Keji, considerado como una «masacre de civiles inocentes en un acto de venganza salvaje».
Dentro del Santuario erigido sobre una Iglesia de 1658, hubo 1.400 personas, cuyo 70 % había sido reservado para líderes indígenas de todo el país.
Después de posponer su visita a África prevista para inicios de julio, el sumo pontífice recorrerá más de 19 mil kilómetros para visitar las ciudades de Edmonton, Quebec e Iqualuit. Se reunirá con Trudeau.
La primera actividad del pontífice en tierra chipriota será un encuentro con sacerdotes, obispos y religiosos en la Catedral Maronita de Nicosia, en un gesto hacia la comunidad católica presente en la isla hace más de cinco siglos.
El Sumo Pontífice les pidió ser solidarios “atravesando las fronteras” y señaló que “ninguno puede aislarse, ya sea como individuo o como nación”. Advirtió que “todavía se puede correr el riesgo de dejarse arrastrar por la prisa y la seducción de las ganancias”.
