«Esto es un evento cerrado pero de acceso público, y existen lugares para poder vender» remarcó Carolina Labayru que corría a los vendedores y sacaba sus banderas. Se registró un momento de rispidez cuando ingresaban los niños al predio.
El secretario general del Sindicato de Vendedores Ambulantes de la República Argentina, Beto Riba, se quejó por no ser “escuchados” por las autoridades municipales y que no encuentran un interlocutor para poder desplegar sus tareas durante las jornadas que comienzan este jueves.
El hecho ocurrió en 2019 en Capitán Bermúdez, cuando Juan Ramón “Chivita” Saucedo y Daniel “Cogote” Verón -por entonces vendedores ambulantes- ingresaron a la casa de una mujer de 83 años y, con el objetivo de robarle algunas pertenencias, la golpearon hasta provocarla la muerte.
Un colectivo de artesanos, músicos y vendedores ambulantes realizan un acampe frente a la sede de Gobernación, en reclamo de un subsidio por los días que no pudieron trabajar durante el lapso que va de cuarentena y por una norma municipal que regule los espacios públicos donde armar sus puestos de ventas.
El titular del gremio, Alberto Ribadero, cuestionó la aprobación de 400 permisos para la venta ambulante y el tratamiento de una ordenanza que regula la actividad y criticó que el sindicato no haya sido convocado para discutir estas políticas.
