Mientras el continente trata de cortar su dependencia energética de Rusia, una meta difícil de cumplir en el corto plazo, tanto la industria como los consumidores ya reciben el impacto, especialmente marcada en el caso de los combustibles y de los alimentos.
Formarán un grupo conducido por un representante de la Casa Blanca y otro en representación de la presidencia de la Comisión Europea. Las tareas del grupo se orientarán a diversificar el abastecimiento de gas natural licuado y reducir la demanda de ese combustible.
El presidente de Estados Unidos advirtió al momento de salir que un ataque ruso con armas químicas en Ucrania es una “amenaza real”. Entre los objetivos está la asistencia militar, la sanción de nuevas sanciones económicas y que sea menor la dependencia energética de Rusia.
Durante su visita al Parlamento, les dijo a los diputados que hay que evitar un “choque de civilizaciones” entre Occidente y Moscú. Aseguró que su país “trabaja con determinación para el cese de las hostilidades”.
En medio de un conflicto bélico que aún carece de resolución, el presidente polaco, Mateusz Morawiecki pidió más severidad en las sanciones.
El portavoz oficial del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó este jueves que la "manipulación de imágenes de Donetsk" constituyó “una monstruosa mentira y fraude”. Después de verlas, Joe Biden dijo que Putin es “un criminal de guerra”.
Durante el transcurso del evento se constituirá el Comité Latinoamericano de Seguridad Interior.
La titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que "la forma en que respondemos a lo que Rusia está haciendo determinará el futuro del sistema internacional".
Los líderes europeos, reunidos este viernes en la cumbre de Bruselas, no decidieron ninguna medida de bloqueo de los bancos rusos de esta interfaz de pagos internacionales, mecanismo esencial de las finanzas mundiales.
La vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores, Hua Chunying, consideró que la imposición de sanciones “nunca habían sido un medio eficaz para resolver problemas”. Se quejó de que “Estados Unidos no ha dejado de vender armas a Ucrania”.
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, dijo que Occidente reaccionó de un "modo esperado" y que son “los que durante los últimos decenios se acostumbraron a atribuir a Rusia todas las desgracias y culparla de todo".
El canciller Olaf Scholz indicó que no puede “aceptar el reconocimiento y por eso es importante reaccionar ahora y rápido”. Consideró que la decisión adoptada por Moscú es una "grave violación del derecho internacional".