Entre los navegantes del Sea Story había 31 turistas y 14 miembros de la tripulación que según se informó habían salido el 24 de noviembre y tenían previsto regresar el 29 del mismo mes.
La tragedia ocurrió luego de una batería de desperfectos técnicos que terminó con la vida de los 44 tripulantes del submarino, cuyos restos fueron localizados un año más tarde. Del acto oficial, varias familias de víctimas decidieron no participar.
Según la entidad Operaciones Marítimas Comerciales de la Armada británica, la nave y la tripulación están a salvo. Las fuerzas lideradas por Estados Unidos que operan en la región iniciaron una investigación sobre el incidente.
El programa espacial estadounidense Artemis busca volver a pisar la Luna a fines de 2025, por primera vez desde que finalizaron las históricas misiones Apolo en 1972.
Los cuatro familiares estuvieron a bordo del Seabed Constructor, perteneciente a la empresa estadounidense Ocean Infinity, mientras se realizaban las tareas de búsqueda del submarino.
