Quien asuma en el Banco Central tendrá un escaso "poder de fuego" para controlar el tipo de cambio, al tiempo que será delicada en extremo la situación por la amplia cantidad de obligaciones en dólares que deben afrontarse con reducido margen de maniobra en plena crisis socioeconómica.
El pasado lunes, tras la confirmación de la victoria de Alberto Fernández en las elecciones presidenciales del domingo ante el actual mandatario Mauricio Macri, el titular del BCRA fijó oficialmente la limitación a la compra de divisas.
El nuevo máximo histórico en la cotización del dólar fue tanto en el segmento minorista como en el mayorista. En Rosario, como sucedió durante casi toda la semana en la previa electoral, las casas de cambio lucieron abarrotadas y vendieron por encima del tipo de cambio oficial. Malestar en bancos.
El diputado y economista de Consenso Federal señaló que la diferencia en las cotizaciones ya supera el 25 por ciento.
La mayor parte se explica por retiros masivos de depósitos, y otro tanto por subastas del Banco Central ante la corrida cambiaria, en su intento de contener la cotización del dólar.
Las principales entidades financieras abrieron hasta las 17 y algunas hasta sirvieron café y medialunas a clientes que debieron realizar varias horas de cola para retirar sus ahorros en moneda extranjera. Las reservas del Banco Central cayeron casi mil millones de dólares este lunes.
Tras la conferencia de prensa que brindó el titular del palacio de Economía, Hernán Lacunza, el titular del Banco Central acompaño los anuncios del funcionario y dejó en claro cual será el rol de la máxima autoridad monetaria del país.
El economista y ex presidente del Banco Nación aseguró que le “gustaría ganar” las elecciones “sin comprometer las variables importantes”, y advirtió que “la seca monetaria es importante, pero insostenible en el tiempo”. Además, descartó que se pueda cancelar el acuerdo con el FMI.
Luego del permiso concedido por el FMI para realizar algunos cambios en la política monetaria, el pasado lunes, la divisa norteamericana retrocedió en la semana (corta por paro y feriado) un 2,96%, casi lo mismo que aumentó la tasa de Leliq, que amenaza con estirar la recesión.
Como ya es costumbre, la realidad vuelve a confrontar los dichos del gobierno.
La divisa cerró a $43,52 según el promedio elaborado por el Banco Central, luego del salto de 60 centavos de este lunes. Alto volumen de operaciones por liquidaciones de exportación, luego de algunos cambios en la politica cambiaria que le dan mayor poder de fuego a la autoridad monetaria.
La divisa volvió a tener una jornada volátil y subió seis centavos respecto al jueves, después de un fuerte incremento en el inicio de la rueda, cuando operó por encima de los $43, pese a la política monetaria fuertemente contractiva del Banco Central: la tasa de Leliq subió al 66%.