Las autoridades italianas recomendaron a la población seguir la evolución meteorológica en las próximas semanas para evitar mayores daños. Las calles se han convertido en ríos que descienden hacia el valle arrastrando automóviles y volcando furgonetas.
Las autoridades del gobierno italiano elevaron los niveles de alerta de verde a amarillo debido a los temblores que provoca la actividad volcánica. Entre otras medidas, dispusieron el cierre del aeropuerto de Catania.
La primera ministra Giorgia Meloni anunció la semana pasada una serie de precios máximos para los pasajes aéreos de cabotaje, especialmente los que se dirigen a las islas de Sicilia y Lampeduza. Es una medida que entre otras, apunta a detener la inflación.
Todos los vuelos con despegue y aterrizaje en el aeropuerto siciliano fueron suspendidos ya que las cenizas cubren el espacio aéreo de la zona.
Cortes energéticos dejaron sin electricidad a unas 500.000 personas en la región de Sicilia.
