A la hora de tomar la palabra, el presidente chino, Xi Jinping, advirtió contra el uso de alimentos y energía como armas. Putin no asistió “por cuestiones de agenda” y tampoco lo hicieron Andrés López Obrador y Jair Bolsonaro.
La diplomacia del Kremlin subrayó que “el origen judío del presidente (Zelenski) no es garantía de protección contra el neonazismo rampante” en Ucrania. También acusó a Kiev de producir una “epidemia de profanación y destrucción de monumentos a los verdaderos justos del mundo”.
El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Yair Lapid, señaló que "la palabras de Lavrov son imperdonables e indignantes, así como un terrible error histórico. Los judíos no se asesinaron a sí mismos durante el Holocausto. El nivel más bajo de racismo contra los judíos es acusar a los judíos de antisemitismo",
El jefe de la diplomacia de Moscú insistió que el objetivo de su país es liberar a los ucranianos “de la opresión”, además de “desmilitarizar y desnazificar” esa nación.
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, dijo que Occidente reaccionó de un "modo esperado" y que son “los que durante los últimos decenios se acostumbraron a atribuir a Rusia todas las desgracias y culparla de todo".
Desde el Ministerio de defensa del país euroasiático especificaron que ya comenzaron a cargar en el transporte ferroviario y en el que se moviliza por carretera. El ministro de Defensa ucraniano, Alexéi Réznikov, había dicho este lunes que no hacía falta “hacer las valijas”.
El presidente de Estados Unidos, estimó que “las cosas podrían acelerarse rápidamente”. No obstante, descartó nuevamente el envío de soldados, ni siquiera para evacuar ciudadanos en caso de invasión.
De visita en Moscú, la canciller británica, Liz Truss, urgió al Kremlin a replegar las tropas que apostó cerca de la frontera ucraniana para distender la situación. Su par ruso, Sergei Lavrov, dijo que la reunión con Truss fue una "conversación entre un sordo y un mudo".
El ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov dijo al respecto: "La cuestión principal es nuestra posición clara sobre el carácter inaceptable de la continuación de la expansión de la OTAN hacia el este y del despliegue de armas que podrían amenazar el territorio ruso".
El país norteamericano autorizó este jueves el envío de armas mientras que el Kremlin anunció nuevas maniobras navales. Estos movimientos militares ocurren como antesala de las negociaciones cruciales que habrá este viernes en Ginebra entre Blinken y Lavrov.
El presidente ruso señaló que Occidente debe actuar rápidamente para satisfacer su demanda de garantías de seguridad para que ello no ocurra. Le dio la bienvenida a las conversaciones con Estados Unidos sobre el tema que comenzarán el próximo mes de enero.
Desde hace meses, el país europeo denuncia que un gran número de migrantes y refugiados trata de ingresar al país ilegalmente desde la nación fronteriza. Ya se confirmaron al menos diez muertes entre los migrantes y la situación se vuelve más peligrosa por la noche, cuando las temperaturas son bajo cero.