La sede rosarina de Rapanui amaneció con un cartel de clausura, que luego fue reemplazado por otro que anunciaba que durante todo este miércoles el local, ubicado sobre boulevard Oroño, iba a estar cerrado por obras.
Vecinos de la zona vienen denunciando hace varios años diversas problemáticas que se suceden. La predominancia de locales bailables y sus consecuencias es el principal foco de conflicto, pero no el único.
“Los vecinos no podemos descansar, no podemos vivir. Agrede nuestra propiedad, agrede nuestros descansos, agrede nuestro hogar. Esperamos que la nueva intendencia tome cartas en el asunto”, dijo indignado a Conclusión uno de los afectados.
Los jueces consideraron las repercusiones de las protestas de vecinos en distintos medios y las consecuencias que causan en las personas la contaminación por ruidos molestos.
El Concejo dio luz verde a disposiciones que permitirán adelantar trabajo y no perjudicar el ambiente sonoro . “El objetivo es aligerar, informar y consensuar los trabajos con los vecinos”, dijo el concejal Rosúa.
