El reactor fue diseñado y fabricado íntegramente en Argentina y su puesta en marcha posicionaría al país en un mercado estratégico. Sin embargo, este objetivo parece ser lejano ya que, por los despidos y la desinversión, su construcción está suspendida.
El fuego alcanzó Prípiat, ciudad en la zona de exclusión tras el desastre nuclear en la actual Ucrania.
Es un desarrollo del Invap, propiedad del Estado argentino en conjunto con el de Río Negro, que pese a la difícil coyuntura económica apuesta a abrir mercados de exportación con producciones de alto valor agregado.
