El año pasado la familia Santillán denunció que una fumigación área de un productor tucumano le había destruido su cosecha y envenenado el agua. Hoy ese brutal atropello dejó en evidencia el profundo impacto que genera. “Sabíamos que los animales podían parir sus crías con malformaciones, ya que bebieron el agua con químicos”, le dijo a Conclusión Jessica Santillán.
Un trabajo de campo realizado por investigadores y becarios del Conicet (de las universidades del Nordeste y Llitoral), arrojó un resultado contundente que pone en evidencia, una vez más, la problemática sobre la utilización de agroquímicos. “Esto tiene un correlato con los estudios que llevan adelante otros colegas en torno a la especie humana”, le dijo a Conclusión el investigador Rafael Lajmanovich.
