Según contó el pontífice, quiere viajar a Rusia para ver si el presidente de ese país, Vladimir Putin, "abre una ventana" que le permita "ayudar a la paz".
El sumo pontífice lamentó que haya “víctimas que llorar y demasiada sangre, la muerte de tantos inocentes, los traumas de familias, de ciudades, de todo un pueblo”.
El sumo pontífice también condenó el “ataque bárbaro” a un centro comercial de la ciudad ucraniana de Kremenchuk. Pidió "que el Señor abra las vías de dialogo, que los hombres no quieren o no pueden encontrar.
El sumo pontífice manifestó al respecto: "Rezamos juntos por estos hermanos y hermanas que murieron siguiendo su esperanza de una vida mejor; y por nosotros, que el Señor nos abra el corazón para que estas desgracias nunca más vuelvan a suceder".
En su discurso, Jorge Bergoglio pidió además una reacción "con todo medio cristiano para que las armas dejen el lugar a la negociación".
El sumo pontífice expuso que lo que el mundo ve es “la brutalidad y la ferocidad con la que se está librando esta guerra por parte de las tropas, generalmente mercenarias, utilizadas por los rusos”. Consideró que está ligado al comercio mundial de armas.
El pontífice celebrará el 4 julio una misa en el campo de Kibumba, en la ciudad de Goma, a pocos kilómetros de la zona en la que el 22 de febrero del año pasado fue asesinado Attanasio, en la que podría estar acompañado por el padre del diplomático, Salvatore.
El titular de la Iglesia Católica le deseó a la monarca británica “saludos cordiales y buenos deseos”. Desde la oficina de prensa vaticana añadieron que el sumo pontífice eleva sus oraciones “para que el Dios Todopoderoso” le otorgue bendiciones a ella, a su familia y a su pueblo.
La carta magna tiene 250 artículos y redefine el organigrama de los principales organismos de la Curia romana. Solo quedarán dos dependencias denominadas como Secretaría: la de Estado y la de Economía.
El sumo pontífice advirtió que de ese alimento de base “dependen la vida de millones de personas, especialmente en los países más pobres”.
El sumo pontífice rezó en una iglesia de Roma a la Virgen junto a una familia ucraniana para que se reconcilien “los corazones llenos de violencia y venganza”. El pedido lo hizo frente a la misma imagen de la Virgen a la que le oró por el fin de la pandemia.
"Perspectivas particularistas y nacionalistas, impulsadas por intereses egoístas y codicia de ganancias, parecen querer imponerse cada vez más. Pero esto aumenta el riesgo de que, al final, pierda y sea pisoteada la dignidad humana", declaró el Sumo Pontífice.