En su tradicional encuentro semanal con fieles, el sumo pontífice dijo que quiere apelar “a los que tiene responsabilidades políticas para que hagan un serio examen de conciencia frente a Dios, que es Dios de la paz y no de la guerra”.
Advirtió que "la exaltación de la juventud" junto con "el desprecio de la vejez como fragilidad, degradación, discapacidad, ha sido el ícono dominante de los totalitarismos del siglo XX".
Los archivos desclasificados del Vaticano exhiben el “consenso y aprobación” de aquel sumo pontífice al plan de la Santa Sede a pesar de que la iniciativa “no podía tener la aprobación” pontificia.
Con el lema "Mediterráneo, frontera de paz", representantes políticos y religiosos de toda Europa, Turquía e Israel, entre otros países, participarán desde este miércoles en el encuentro que busca ser la continuación de una iniciativa similar hecha en la también italiana Bari en 2020.
El sumo pontífice expuso su preocupación en un contexto en el que “la humanidad parece seguir andando a tientas en la oscuridad: hemos sido testigos de las masacres de los conflictos en Oriente Medio, en Siria e Irak; de las de la región etíope de Tigré".
El Papa envió además su "consuelo" para "todos los que han sido afectados por la dolorosa prueba".
Así lo indicó el Sumo Pontífice durante la Audiencia General de este miércoles que se llevó a cabo en el Aula Pablo VI del Vaticano.
El secretario de Estado vaticano, el cardenal italiano Pietro Parolin en lo que consideró un “difícil momento de escalada del conflicto en torno a Ucrania”. El jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana, Sviatoslav Schevchuk, agradeció un anterior llamado del papa Francisco.
El sumo pontífice recordó que durante la pandemia se cerraron iglesias “así como las escuelas, fábricas, oficinas, tiendas y espacios recreativos". Expuso que confía “plenamente en que la pandemia pueda ser superada”.
El Sumo Pontífice convocó a "trabajar por la justicia, por los niños, por los ancianos y por la paz".
El Papa dijo que "la guerra es una locura" y reclamó que continúen las comunicaciones para eliminar el conflicto.
"La trata de personas, a través de la explotación doméstica y sexual, reentrega con violencia a mujeres y niñas en su supuesto papel de subordinadas a la prestación de servicios domésticos y sexuales", criticó el pontífice.