Su impulsor fue el publicista y sobrino de Sigmund Freud, Edward Bernays, quien además hizo desayunar a los norteamericanos con panceta y huevos, impuso el uso del reloj pulsera y es considerado el padre de las relaciones públicas.
Un pescado que permite muchas variantes en su preparación, cuenta con la ventaja de tener un precio verdaderamente accesible (aún más bajo que la merluza) y es muy bien aceptado a la hora de degustarlo.