Desde el 23 de septiembre de este año, las Fuerzas Armadas israelíes provocaron al menos 2.000 muertes de libaneses, mientras que desde el 7 de octubre del año pasado, los palestinos muertos son casi 42.000, en su mayoría mujeres y niños.
El portavoz militar, Yahya Sarea, especificó que “las dos operaciones alcanzaron sus objetivos con éxito y que la maniobra fue desplegada “en apoyo a Palestina y El Líbano”. El Ejército israelí había dicho que el misil fue interceptado “exitosamente”.
De acuerdo a la información difundida por la propia agencia, Ryan Evans, ex soldado británico que se desempeñaba como asesor de seguridad, falleció luego de que un misil impactara contra el Hotel Sapphire, en el cual estaba alojado. Además, dos periodistas resultaron heridos.
Teherán considera el asesinato del jefe político de Hamas como «parte de la política deliberada de genocidio de los israelíes contra los palestinos, especialmente en la Franja de Gaza en los últimos diez meses», que «está destinada a exacerbar la inestabilidad» en el Medio Oriente.
Desde el Gobierno prometieron continuar con las operaciones militares “en apoyo al pueblo palestino” hasta que Israel cese las agresiones en contra del territorio gazatí.
