La actividad económica lleva tres meses consecutivos de caída y el panorama no da garantías de una pronta recuperación. El dato surge de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) que elabora mensualmente la Secretaría de Trabajo.
El ministro del Interior, Guillermo Francos, dijo que los gremios ponen “trabas al desarrollo del mercado laboral”, al tiempo que aseguró que los paros tienen un fin político, relacionado en buena parte a la desregulación de las obras sociales.
Así lo reflejó una encuesta de la consultora Bumeran, que indicó que el resultado para este año es el segundo peor índice de la región, superando solo a Chile, donde el 54% de las empresas planea incorporar nuevos talentos, y empatando con el 65% también previsto en Panamá.
A través de la subvención de empresas, del fomento sin reservas del empleo de los jóvenes, especialmente a los graduados universitarios, el Gobierno priorizó la formación profesional a gran escala y obtuvo el cumplimiento del 57 % de la meta anual de ingreso al mercado laboral.
El crecimiento de la economía verde genera oportunidades laborales sustentables y promueve la protección del medioambiente.
El economista ultraliberal, José Luis Espert, candidato a diputado bonaerense difundió su peculiar plataforma electoral y desplegó su plan para el mercado de trabajo.
Los economistas David Card, Joshua Angrist y Guido Imbens fueron los galardonados.
Un reciente informe destacado por el Ministerio de Desarrollo Productivo ubica a la industria del automotor como una las que encabeza la recuperación industrial de los últimos meses. La visión de un referente rosarino del rubro. Factor dólar, vínculo con Brasil y futuro próximo.
No obstante, la recuperación económica del país se mantuvo estable con la creación de 850.000 nuevos empleos no agrícolas en el sexto mes del año, todavía tiene que recuperar 6,8 millones de empleos para recuperar por completo el mercado de trabajo que había antes del inicio de la pandemia de coronavirus.
La Uberización no es un problema de rechazo a las tecnologías, sino de relaciones laborales donde el jefe de la empresa es un algoritmo programado para generar ganancias offshore.
El estudio considera que “no obstante la crítica realidad nacional, no se percibió en ese período una cantidad numerosa de casos de despidos y se valoró el rol de las organizaciones sindicales que intervinieron en casi el 90 % de los casos.
Si bien son datos que cuesta verificar, justamente por la precariedad de los relevamientos y el carácter “paralegal” de esas contrataciones, que ningún empleador quiere revelar y muchos trabajadores no se enorgullecen de poseer, es innegable el crecimiento del flagelo.