Rosario Sin Secretos: ¡Maradó!, ¡Maradó! El día que el doctor Dios dijo adiós, en castellano
Usamos este juego de palabras como mnemotecnia. Para recordar, fácilmente, el nombre de la calle de la última morada de un hombre santo: Esteban Laureano Maradona, un crack que supo gambetear la vida a juego limpio y se convirtió en un campeón de la fe en el ser humano.