El Ejército israelí había indicado que "varios atacantes armados murieron tras disparar contra soldados", mientras que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) confirmó que varios de sus combatientes habían muerto en "un enfrentamiento armado con la ocupación sionista".
Mohammed Ishtaye advirtió que “para enfrentar la agenda del nuevo Gobierno israelí y sus medidas, se debe reconocer el Estado de Palestina y se debe poner fin a las violaciones del derecho internacional y los derechos humanos por parte de Israel ".
La situación entre palestinos e israelíes se agravó abruptamente en los últimos días con atentados, tiroteos, ataques aéreos y medidas punitivas, y dejaron muertos en ambos lados.
Desde el 1º de enero se contabilizan al menos 17 muertos entre militantes y civiles a manos del Ejército de Israel. La violencia en la región recrudeció en el último año, que, según Naciones Unidas, fue el peor desde 2005,
El portugués António Guterres consideró que “es esencial resguardar la solución de dos Estados para evitar cualquier iniciativa que pueda poner en riesgo la solución de dos Estados".
La Autoridad Nacional Palestina en Cisjordania, como Hamas en Gaza, advirtieron que la decisión de visitar el lugar del ministro de Seguridad Nacional de Israel de Israel, Ben Gvir, fue el cruce de una “línea roja” que tendrá “graves consecuencias”.
Por su parte, el ministro de Seguridad del Gobierno de Netanyahu, Itamar Ben Gvir, quien fuera condenado en el pasado por incitación al racismo, visitó luego la Explanada de las Mezquitas, por lo que el vocero presidencial consideró que fue “un desafío al pueblo palestino”.
Debido a la naturaleza de los ataques, la Policía sospechaba que fueron cometidos por alguna organización, no por una persona aislada. Hamas dijo en un comunicado que es el "precio de los crímenes y de las agresiones" de Israel contra el pueblo palestino.
Dijo que están “al borde de una gran victoria” y que establecerá “un gobierno nacionalista que se ocupará de todos los ciudadanos israelíes sin excepciones”. El resultado oficial se conocerá este jueves.
El Gobierno de Anthony Albanese dijo a través de su canciller que el estatus de la ciudad debe resolverse “como parte de cualquier negociación de paz entre Israel y el pueblo palestino” y no con decisiones unilaterales.
El presidente de Estados Unidos había dejado en claro este jueves que no pretende revertir el polémico reconocimiento estadounidense de Jerusalén como capital de Israel, una medida impuesta por su antecesor, Donald Trump, que causó indignación entre los palestinos.
El presidente de Estados Unidos centrará su atención en el conflicto palestino-israelí, el programa nuclear de Irán y las polémicas negociaciones por el petróleo con Arabia Saudita.