El decreto establece una disminución significativa en los aranceles de varios productos clave. Uno de los más destacados es el hilado texturizado de poliéster, cuyo arancel baja del 18% al 6%, pese a contar con producción local.
Además, el 45% tuvo que reducir su planta de personal en junio, donde la consecuencia fue el despido de más de cinco mil trabajadores y las suspensiones de otros diez mil. Lo que implicó un retroceso del 16% respecto a diciembre del año pasado.
La Asociación Nacional de Exportadores de Algodón tenía previsto lograr este récord histórico para el año 2030. Aseguran que el buen desempeño de los productores se debe a la interconexión entre ellos mismos y la industria textil brasileña.
Más del 70% de las empresas disminuyeron la producción de forma interanual. Casi la totalidad atribuyen esta dinámica a la pérdida del poder adquisitivo de la población.
En lo que va del año, más de 1500 trabajadores del sector sufren suspensiones parciales o reducción de la jornada laboral, sumada a los despidos que se van incrementado, reflejan la continua crisis que enfrenta las industrias textiles en el país.
