Según el relevamiento, la evaluación del desempeño del Gobierno cayó seis puntos y alcanzó el nivel más bajo desde el inicio de su mandato. El respaldo más afectado provino de votantes de La Libertad Avanza, así como de mujeres y habitantes del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
La desaprobación del gobierno estaba en 52,5% en abril y volvió a dispararse en agosto y septiembre. El 41,4% dice que no dolariza porque no puede.
De esta manera, el ministro respondió indirectamente a diferentes encuestas que vienen registrando un crecimiento en la imagen negativa del líder de La Libertad Avanza, principalmente a causa de la recesión económica que activaron sus recortes y el encarecimiento del costo de vida.
Además, la imagen positiva del presidente bajó 4.6 puntos porcentuales y tocó el piso más bajo desde su asunción, con el 41,4% de aceptación.
La estrategia de motosierra contra los trabajadores empezó a repercutir en la opinión social, que empieza a ver al líder libertario en su real magnitud. Un enviado del establishment financiero internacional con el objetivo de engrosar las ganancias de los pocos poderosos y dar el golpe de gracia final a los sectores vulnerables.
