El presidente Joe Biden señaló la situación como “un gran desastre” en Florida y Carolina del Norte y ordenó el envío de ayuda federal para contribuir a la recuperación local de los impactos del fenómeno meteorológico.
La tormenta tocó tierra el jueves por la noche con vientos máximos sostenidos de 225 kilómetros por hora en el área rural de Big Bend, hogar de pueblos pesqueros y centros vacacionales.
En el Atlántico, el huracán Florence no está solo, mientras que en el Pacífico también se registra una importante actividad ciclónica.
