Además de que una cantidad aún no constatada de personas hayan sido asesinadas, el ataque produjo una destrucción masiva de edificios, instalaciones e infraestructura. En Palestina cerraron una mezquita importante.
Al menos 218 palestinos han muerto desde principios de año en actos de violencia relacionados con el conflicto palestino-israelí, así como 31 israelíes, según un recuento basado en fuentes oficiales.
Tras los mortíferos atentados de marzo y abril pasados en Israel y otros ataques posteriores, el ejército israelí llevó a cabo más de 2.000 incursiones en Cisjordania, por las que murieron 126 palestinos. Es el mayor número de víctimas en 7 años.
El Ejército israelí reprimió con disparos y gases una de las manifestaciones, en unos de los ingresos a la localidad de al-Bireh, en Cisjordania, unos 15 kilómetros al norte de Jerusalén. La huelga general se notó en las principales ciudades de Cisjordania, incluidas Naplusa, Ramallah, Jenín y Tulkarem.
Según confirmaron a la agencia de noticias EFE fuentes humanitarias, cinco de las estructuras se encontraban en la aldea de Um al Jeir, en el sur de las colinas de Hebrón.
