El Tribunal de Apelación de Londres ordenó que una corte comercial decida qué sucede ahora, dado que el opositor ya no es reconocido en el Reino Unido como «presidente encargado» de Venezuela.
“Nos fuimos para siempre”, dijo el presidente de Venezuela en un programa de televisión, al tiempo que recomendó que “desaparezca la OEA, que no sirve para nada”.
Mientras el bloque continental determinó que las negociaciones políticas deben conducir a unas «elecciones creíbles», le pidió al gobierno de Maduro que garantice la «libertad y seguridad» de los dirigentes opositores. Amenazaron con tomar medidas económicas.
A contramano de las solicitudes de países de la región y del papa Francisco al respecto del levantamiento de sanciones, el autodenominado presidente encargado de Venezuela le apunta al primer mandatario de ese país como si la pandemia de coronavirus no existiera.
El país norteamericano había ofrecido una recompensa de 15 millones de dólares a quien incrimine al primer mandatario venezolano este jueves. Un militar retirado declaró públicamente que, junto al líder opositor y a asesores norteamericanos, «pretendían bañar de sangre a Venezuela».
