La noticia de los arrestos de este martes por la noche coincide con un tercer día seguido de protestas en Jartum y otras ciudades contra el golpe del lunes pasado, y con el cierre de muchos negocios en la capital tras un llamado a la huelga general y la desobediencia civil.
El dictamen señaló que los imputados "no permitieron la continuidad legítima" del titular de la Presidencia del país, que debería haber sido Evo Morales como vencedor de las elecciones de aquel momento, por lo que perpetraron "hechos delictivos en clara usurpación de la soberanía popular",
Las protestas comenzaron horas después de la toma del poder por los militares y según se informó, al menos cuatro manifestantes murieron y otros 80 resultaron heridos por las fuerzas de seguridad que abrieron fuego.
El titular de la cartera de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas se mostró conforme con las medidas del gobierno y "hay señales muy claras de la mejora de la reactivación en Argentina, queremos que llegue a todos los hogares".
Los militares compartían el Gobierno con la dirigencia política desde 2019. La Asociación de Profesionales, junto a los sindicatos médico y bancario, denunció el Golpe de Estado y llamó a la desobediencia civil en su ciudad capital, Jartum.
La organización continental expuso que “ayudó a facilitar reuniones en las que participaron actores clave de todos los partidos políticos, incluidos representantes del MAS, bajo el liderazgo de la Iglesia Católica y por solicitud explícita del Gobierno del presidente Evo Morales".
En una entrevista confirmó que será candidato a la reelección y afirmó que su Gobierno “salvó vidas” en la pandemia. Aseguró que desde el lado de la oposición siempre ve la posibilidad del golpe porque tiene “más de 100 pedidos de juicio político” en su contra.
La Alta Comisionada de la organización global, Michelle Bachelet aludió a que "un movimiento de resistencia armada está creciendo" frente a la "represión masiva de los derechos fundamentales".
Hasta el viernes, los militares se reunirán con líderes de partidos políticos y confesiones religiosas, representantes de la sociedad civil, diplomáticos extranjeros, dirigentes de compañías mineras o sindicatos.
La fecha recuerda el alzamiento militar encabezado por el general Augusto Pinochet, principal cabeza de una dictadura que gobernó con mano de hierro el país hasta el año 1990.
“Cualquier negativa a presentarse será considerada una rebelión”, manifestaron los insurrectos al respecto del llamado a funcionarios del gobierno de Alpha Condé. Muchos comercios permanecen cerrados.
La Internacional Progresista advirtió por un posible golpe de Estado encabezado por el propio presidente de ese país, Jair Bolsonaro. Estiman que es posible que suspenda las elecciones programadas para 2022.