Aunque el primer ministro australiano Scott Morrison no mencionó al gigante asiático, el acuerdo se considera un nuevo paso en el estrechamiento de vínculos entre ambos países frente a las ambiciones de China en la región.
El gobernante PLD logró mantener su amplia mayoría parlamentaria en los comicios celebrados este domingo, lo que marca el cuarto mandato consecutivo para la formación conservadora que, no obstante, perdió fuerza respecto de la anterior legislatura.
El año pasado, el gasto ascendió a 1,981 billones de dólares globalmente, lo que implicó un aumento de 2,6% interanual, mientras el PBI mundial cayó 4,4%.
Según un informe del Ministerio de Finanzas, el incremento obedece a que el gigante oriental pretende equiparar los gastos con los de Occidente, mejorar la retribución a sus militares y reforzar la defensa de sus fronteras con nuevo equipamiento.
El Gobierno estadounidense está «gastando el dinero que no tiene en un imperio militar que no puede pagar», se lamenta un escritor norteamericano.
