El sumo pontífice también llamó a oponerse al “supranacionalismo abstracto” dentro del cual incluyó a la “cultura de la ideología de género”. Dijo sobre la recepción de migrantes que es un tema que se debe afrontar “comunitariamente”.
La oficina de Prensa del Vaticano anunció que el Pontífice no asistirá a la tradicional celebración de Semana Santa, debido al cuadro de bronquitis que sufrió la semana pasada, pero se unirá a las oraciones.
Tras haber recibido el alta este sábado del hospital romano en el que estuvo internado, el Papa Francisco presidió la misa de Domingo de Ramos en la Plaza San Pedro en el Vaticano.
Antes de abandonar las instalaciones del hospital, el Santo Padre saludó a las autoridades del hospital, al equipo de médicos y a los trabajadores de la salud que lo asistieron durante estos días.
El director de la Sala de Prensa, Matteo Bruni, contó que, "ha descansado bien” y aseguró "que el cuadro clínico mejora” y que seguirá la terapia programada.
El sumo pontífice pidió a los fieles reunidos en la Plaza San Pedro que recen por las víctimas del país americano “para que el Señor los reciba en su reino y dé consuelo a las familias”, mientras que calificó de “acto de violencia sin sentido” la matanza en una escuela de Nashville.
El sumo pontífice repasó su tiempo en el trono de Pedro y expuso: "No pensaba ser el Papa de la tercera guerra mundial, pensé que lo de Siria en 2014 era algo singular. Pero luego estuvo Yemen, vi la tragedia de los rohingya en Myanmar y vi que había una guerra mundial. Y atrás está la industria de las armas. Esto es diabólico".
"No creo que revisar la norma pueda hacer que más gente se sume al sacerdocio, sí sostengo que no hay ninguna contradicción para que un sacerdote se pueda casar", sentenció el sumo pontífice.
El sumo pontífice las valoró por “su capacidad de captar la realidad con mirada creativa y corazón tierno". Recordó que hace poco tiempo señaló que “la violencia contra las mujeres es un flagelo abierto producto de una cultura de opresión patriarcal y machista".
El presidente echó mano a la histórica bandera que levanta el justicialismo, después de que el papa Francisco dijera en las redes que se la puede alcanzar a través de la lucha “contra las causas de la pobreza, la desigualdad, la falta de trabajo, de tierra y de vivienda”.
El sumo pontífice describió algunos de los casos: “Siria vive una guerra hace 12 años y después Yemen; Myanmar, con este drama de los rohingya. También en América Latina hay tensiones y conflictos".
El sumo pontífice llega al país al otro día de que ganaderos armados mataran a 21 civiles en el condado de Kajo-Keji, considerado como una "masacre de civiles inocentes en un acto de venganza salvaje".