El secretario de Salud filipino, Teodoro Herboza, instó a los ciudadanos a estar alerta, en especial a los afectados por las inundaciones provocadas por los seis tifones que azotaron el país en octubre y noviembre.
Man-Yi, la sexta tormenta que azota el país en un lapso de un mes, tocó tierra en la provincia oriental de Catanduanes el sábado, pero se debilitó a medida que avanzaba por la isla principal de Luzón y luego se degradó a tifón cuando salió de la masa continental este lunes.
Según precisó la Policía, 47 de las muertes se registraron en la provincia de Batangas, al sur de Manila, y 28 en la región de Bicol. Además, el Consejo Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres precisó que la tormenta afectó a más de 2,6 millones de personas en al menos 15 regiones del país asiático.
En su último despliegue naval en la región en 2021-22, el país europeo había tratado de evitar la confrontación con China e intentó un acto de equilibrio diplomático, buscando una escala en un puerto del país oriental, que Pekín le negó, y no navegando por el estrecho de Taiwán.
El fenómeno con vientos de más de 234 kilómetros por hora, azotó la costa del poblado de Wengtian, en la ciudad de Wenchang. El supertifón ya causó estragos en Filipinas.
