Las obreras trabajaban en condiciones precarias, no estaban registradas, percibían pagos mínimos y le descontaban del magro salario la comida y alojamiento. Algunas, se encontraban de manera ilegal en el país.
Se trata de 33 adultos y 10 niños que eran víctimas de trata de persona con fines de explotación laboral. En los lugares allanados se incautaron más de $10 millones, tres armas de fuego, una embarcación, 14 rodados, dos autoelevadoras y 19 celulares.
Los tres hombres trabajaban en un campo de la localidad cordobesa de Obispo Trejo, vivían en un viejo colectivo abandonado y en condiciones de vulnerabilidad.
La fiscalización que realizó la Afip en un olivar donde presentaba el 99% de irregularidades en la registración, surgió a raíz de una denuncia del Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores y a través de la Dirección General de Recursos de la Seguridad Social, donde se detectó el trabajo ilegal de la empresa dedicada al cultivo de olivo.
Los trabajadores –que están fuera de la escala salarial– denunciaron que el empleador los obligaba a trabajar jornadas extensas sin días de descanso y les descontaba los alimentos y el valor de las herramientas.
