Se trata de las aerolíneas United Airlines, Delta Air Lines y British Airways que tomaron la medida de forma temporal. Vuelos de la alemana Lufthansa y de Austrian Airlines fueron desviados a Chipre y Bulgaria.
El principal problema ha sido la falta de personal de las aerolíneas, especialmente pilotos, que han denunciado largas jornadas de trabajo una vez levantadas las restricciones por la covid-19 y reclaman una mejora de condiciones, sobre todo en compensación salarial y protecciones.
Las empresas y los sindicatos del sector le piden al gobierno de Donald Trump una nueva ayuda económica, tras la otorgada en marzo que fue de unos 25.000 millones de dólares. El Congreso debate un nuevo rescate aunque no avanza por las próximas elecciones.
