Según revelaciones de medios españoles, el dinero procedía de la cuenta en Suiza nutrida con los fondos que Juan Carlos de Borbón recibió en 2008 de la monarquía saudita a través de coimas por la adjudicación a empresas españolas del tren de alta velocidad de Medina a La Meca.
El juez federal ordenó 27 declaraciones indagatorias, entre ellas las del detenido Lázaro Báez y sus hijos, tras recibir información que confirmó que ese país fue parte de la ruta usada para canalizar fondos ilegales por parte de los acusados.
Funcionarios del gobierno nacional se expresaron duramente contra la entidad financiera y no olvidaron hacer mención de lo argentinos que fugaron capitales sin registrar esas operaciones en la Afip.
