Según los propios industriales, la gran parte de las que cierran son pymes, afectadas por un tridente letal: tasas confiscatorias que no permiten acceder al financiamiento, tarifas de servicios costosísimas, y un mercado interno muy deprimido, por lo que no hay ventas.
Ansabo de Villa La Florida bajó las persianas luego de 60 años de actividad. Casi medio centenar de familias quedaron sin sustento económico.
Los datos aportados por el Instituto de Investigaciones Económicas de la Fisfe evidencian una retracción en la mayoría de los rubros, especialmente los vinculados al mercado interno. Tras largos meses de mermas, el complejo sojero fue de los pocos que se salvó y registró mayor actividad.
Para esta tarde está prevista la Asamblea General Ordinaria de la central productiva y, con posterioridad, el Consejo General Ordinario de la UIA va a «proceder a la renovación de autoridades en función de los estatutos vigentes».
El dirigente metalúrgico consideró que «la actividad es la más golpeada y no ha mejorado en nada. No se hasta cuándo las empresas podrán mantener a los trabajadores». Además, se refirió al acuerdo paritario, el paro del 29 de mayo y el escenario electoral.
