Un informe del Indec dio cuenta que en el último trimestre del 2021 se redujo la desigualdad de ingresos entre la población argentina, y especificó que el 77% de los ingresos fueron remuneraciones laborales, mientras que el 23% restante se debió a jubilaciones, pensiones, ayudas sociales, rentas, etc.
Este miércoles se discutirá un nuevo aumento del salario mínimo, que podría rondar el 40%: con excepción del 2020, en los últimos cuatro años la inflación superó esa barrera y, si se proyectara anualmente las cifras de enero y febrero de este año, 2022 también la superaría ampliamente.
El informe de CAME detalló también que los precios en los comercios pyme de cercanía fueron menores a los de los hipermercados, mostrando diferencias en del 6,6%, en promedio.
Desde CAME explicaron que esta reducción en la brecha -con respecto a las cifras observadas en diciembre- se debe a que los precios que se le pagaron al productor subieron muy por encima de los precios de góndola. Sin embargo, advirtieron que los hipermercados ofrecían productos más caros que los comercios de cercanía.
La Asociación General Paritaria, que agrupa a varias organizaciones que luchan contra la exclusión social, señaló que en 2020 son 13,4 millones los pobres en la potencia europea. Precisaron que los autónomos son quienes sufrieron más el golpe.
El informe explora tres factores que se repiten y retroalimentan el círculo vicioso de alta desigualdad y bajo crecimiento: la concentración de poder, la violencia en todas sus formas y las políticas de protección social que no funcionan bien.
El contraste regional se evidencia en particular en el caso de la electricidad, debido a que los subsidios nacionales se vuelcan preferentemente a las distribuidoras del AMBA, único ámbito sobre el que tiene jurisdicción el (ENRE). Rémoras de la convertibilidad.
En febrero, los consumidores pagaron en promedio 4,4 veces más de lo que cobró el productor en la tranquera de sus chacras, mientras que en enero esa diferencia fue de 5,5 veces, según informó CAME.
La variación fue impulsada por bajas en las brechas de la calabaza, la papa y la pera, mientras que la participación del productor en el precio final alcanzó su máximo valor histórico desde que comenzó a medirse en enero de 2016.
Cecilia Todesca rechazó que una devaluación fuerte sea una opción porque sería una medida contractiva que generaría que los precios aumenten, que el salario real caiga y que la economía se contratiga todavía más.
Tras manifestaciones de policías de diferentes provincias del país, quienes reclamaron un aumento salarial y mejores condiciones de trabajo, se comparó los sueldos de este sector con lo que percibe mensualmente un docente, un médico, un peluquero o una empleada/o de casas particulares.
La suba fue impulsada por fuertes aumentos en los precios de la zanahoria, el zapallito y la cebolla.