La prórroga de la medida de excepción, que todavía deberá ser sometida al voto del Parlamento, obedece a la persistencia de la amenaza extremista en un momento en que Francia va a celebrar elecciones presidenciales.
Además reclamaron un refuerzo en las informaciones para mejorar la lucha antiterrorista, y un simulacro para antes de fin de año de la nueva Guardia Europea de Fronteras y Costas, para que pueda estar operativa «cuanto antes».
Tras haberla prohibido, había sido duramente criticada por las organizaciones de trabajadores y la oposición y la autorización final fue calificada de «victoria» por los sindicatos.
