Israel Katz dio por tierra con las versiones de que se podría estar encaminando el deseo de la comunidad internacional. Afirmó que seguirán “golpeando a Hezbollah” con todas sus fuerzas “hasta que se alcancen los objetivos de la guerra”.
El ministro de Relaciones Exteriores israelí dijo las condiciones para una aceptación de su país son que Hezbollah no esté en su frontera y que reitre sus fuerzas al norte del río Litani. También demandó que la organización no se reabastezca de nuevos sistemas de armas.
El Ejército israelí había advertido en redes sociales que se tomaron medidas para mitigar el riesgo de dañar civiles y que fue un ataque realizado “bajo una dirección de inteligencia precisa”. Desde la organización chií advirtieron que atacarán “cualquier punto” de Israel por su “derecho a defenderse”.
Las Fuerzas de Defensa llevaron a cabo un “ataque preciso basado en información de inteligencia en la zona de Beirut”. Suhail Hussein Husseini era el responsable principal en las transferencias de armas entre Irán y su organización.
Además de que una cantidad aún no constatada de personas hayan sido asesinadas, el ataque produjo una destrucción masiva de edificios, instalaciones e infraestructura. En Palestina cerraron una mezquita importante.
