Con estas acciones de saneamiento en proximidades a la desembocadura del curso de agua colocaron un dispositivo/barrera de contención, para evitar que los desechos vayan a parar al canal principal del río Paraná, así como en el armado de una plataforma que permita la limpieza manual de la costa del Ludueña.
La iniciativa de la concejala Norma López busca “terminar con la destrucción sistemática de nuestros ríos y arroyos”. Tendrá facultades de regulación, control y fomento respecto de las actividades industriales, entre otros.
En esta oportunidad Gisela Gentile y Alejandro Maidana dialogaron con Marcelo Ferraro, vecino del barrio San Eduardo, sobre la preocupante realidad que atraviesa uno de los cursos de agua mas importante de la región.
Semanas atrás habían aparecido cientos de peces muertos en el mismo lugar, por lo que la Provincia tomó muestras del agua para analizar el grado de contaminación.
Una vez más, y de manera insistente, la preocupación por la falta de interés en el recupero de uno de los cursos de agua más importante de la ciudad vuelve a manifestarse. Promesas sobre el bidet en la provincia de los discursos altisonantes y la inacción manifiesta.
La desembocadura del arroyo, que nace en cercanías de la localidad de Zavalla, se ha visto muy afectada en su cauce natural, debido a las obras de construcción de guarderías náuticas. Pescadores y vecinos del lugar denuncian apropiación del espacio público y manifiestan su descontento por los problemas que esta situación les trae no solo al ambiente sino también a su economía diaria.
Vecinos de barrio Arroyito apuntaron contra la empresa Obring S.A., a la cual acusaron de tirar tierra sobre el arroyo para ganarle espacio. “Al no poder correr el agua, se estancan todos los camalotes y las embarcaciones no pueden salir, rompen motores y hélices”, señaló un pescador de la zona.
Durante la semana pasada se realizaron tareas de limpieza de residuos en la zona. En esta oportunidad, se intervinieron micro basurales.
Un premio a la extensa y estoica lucha llevada adelante por un grupo de vecinos alentados por Marcelo Ferraro, quién mora en el barrio San Eduardo. A partir del accionar de la fiscal Martínez se buscará que tanto el Concejo Municipal como el Ejecutivo tomen cartas en el asunto.
A través de una misiva enviada a los ministerios de ambiente y cambio climático, tanto municipal como provincial, quienes habitan la zona exigen una respuesta inmediata a la visible y consolidada contaminación que se advierte en el lugar. “Me cuesta creer que exista tanta ineptitud y falta de compromiso”, sostuvo Marcelo Ferraro en dialogo con Conclusión.
Entre lo encontrado predominaron los plásticos, descartables, vidrios, nylon, colillas de cigarrillos y desechos enterrados. Todos esos elementos serán analizados para determinar su composición y origen.
La iniciativa, que se realizará tanto desde la costa como con embarcaciones, tendrá lugar el sábado 12 de marzo, de 9.30 a 12.30, y se requiere inscripción previa.