El mes pasado, con 31 firmas sobre 43, los parlamentarios de diversas bancadas habían pedido que Olmedo dejase la Presidencia del organismo conformado hace pocos años y que tiene poca actividad y relevancia.
En medio de denuncias de todo tipo, el salteño de la campera amarilla, quien preside el organismo multilateral y se niega a dar un paso al costado a pesar de las denuncias en su contra, protagonizó un nuevo escándalo este lunes cuando quiso que los parlamentarios se pusieran pulseritas para entrar y los guardias de seguridad que llevó trataron de impedir el ingreso. Hasta los bolsonaristas le gritaron antidemocrático y una diputada paraguaya denunció que fue «zamarreada».
Con una frase de Jesús de Nazareth referenciando a los fariseos, el biblista Gabriel Andrade definiría a la “moda” política de incluir la religión como ariete de campaña. Un mano a mano sin desperdicios con Conclusión.
El controvertido legislador salteño propicia que los funcionarios y políticos que accedieron a la función pública y que no viven de sus cargos donen sus ingresos a instituciones de bien público o que renuncien a su sueldo.
Con notorias ausencias, como la de Elisa Carrio, Martín Lousteau y la sorpresiva retirada del diputado salteño Alfredo Olmedo naufragó un debate largamente esperado por la gente.
